Gracias a la Fundación 26 de diciembre y a la colaboración del diseñador de moda y alta costura, Petro Valverde, el evento de Rejas Rosas del mes de julio, contó con un vestuario inspirado por tan reconocido modisto. Varias sesiones de trabajo fueron necesarias para poder llevarlo a cabo.
En una de esas sesiones tuvimos la oportunidad de hablar con el diseñador.
¿Qué impresión se ha llevado al entrar en la prisión?
Es la primera vez que entro en una cárcel y nada tiene que ver con la imagen que me había hecho, ha llegado un momento que me he olvidado de que estaba en una prisión. Cada uno va vestido a su aire, con su estilo. Venía con la imagen de todos vestidos con el mismo pantalón y la misma camiseta me ha llamado la atención ver que cada uno va vestido como quiere.
Me voy con una alegría con la que no venía. Llegue con miedo y me voy con la experiencia de haber compartido una tarde con personas ilusionadas en un proyecto. Me ha encantado poder compartir estos momentos tan buenos para todos. No olvidemos que la moda se ve siempre como la forma de cultura más frívola de la vida, y los he visto tan ilusionados y entregados que rápidamente, entre todos nos hemos puesto a pensar y me ha encantado ayudar en todo lo que me pedían.
Salgo siendo otra persona, me voy relajado, orgulloso de poder ayudar a estas personas, que como esponjas, han estado atentos a todo lo que hemos estado viendo. Me han contado sus inquietudes y he estado toda la tarde diseñando, dibujando y hablando con cada uno de ellos, buscando en lo que les podía ayudar.
Con los pocos recursos que tienen he visto muchas ganas de hacer cosas innovadoras.
¿Qué siente como activista de los derechos LGTBI?
Como activista llevo muchos años, vengo de una familia muy humilde de Sevilla y me vine a Madrid para hacer lo que yo quería, trabajar en la moda.
Quien me iba a decir a mí, que iba a ser el primer diseñador en cien años en hacer una boda real, la de la Infanta Doña Elena. Poder vestir a la Casa Real Jordana, o a la cantidad de personas importantes que he tenido como clientes, ha sido para mí un lujo y un orgullo. Logré volver a Sevilla, mi ciudad natal, en olor de multitudes a triunfar pudiendo enseñar al mundo entero mi trabajo y mi ciudad, un sueño total.
Estoy muy implicado con la Fundación 26 de diciembre y con el colectivo. Echo mucho de menos más implicación por parte de la gente joven, se creen que lo tienen todo conseguido y no solo hay que mantenerlo, sino lo que es más difícil hay que avanzar. Hay muchas personas que se han quedado por el camino. No vamos a consentir que nos quiten nada de lo que hemos alcanzado.