El pasado día 19 de julio tuvo lugar el acto-espectáculo anual de Rejas Rosas en Soto del Real. Sería su tercera convocatoria, el tercer año en el que los internos del colectivo LGTBIQ+ de Soto del Real.

El pasado día 19 de julio tuvo lugar el acto-espectáculo anual de Rejas Rosas en Soto del Real. Sería su tercera convocatoria, el tercer año en el que los internos del colectivo LGTBIQ+ de Soto del Real, conocido como Rejas Rosas, organizan una actuación coordinada junto con profesionales del centro penitenciario. Con anterioridad y coincidiendo con las fiestas del Orgullo Gay la Fundación 26 de diciembre había realizado una representación para todos los internos de Soto del Real. Pero en esta ocasión serían los propios internos del centro, los más valientes, los que con “orgullo” organizarían todo un espectáculo.

Este además no sería un año más, pues en esta ocasión se celebraba la obtención del premio Arcoíris (destinado a personas y organizaciones destacadas en la visibilización, apoyo y defensa del colectivo)  entregado al Centro Penitenciario Soto del Real por su labor realizada a través del programa de intervención con personas LGTBIQ+.  Al evento acudió un amplio elenco de personalidades como el Delegado del Gobierno del Madrid, el Secretario General de Instituciones Penitenciarias, el Secretario de Estado de Seguridad, Director General de Ejecución Penal y Reinserción Social entre otras personalidades, así como el Presidente y miembros de la Fundación 26 de diciembre, todos en apoyo y reconocimiento de un colectivo que lucha por sus derechos incluso en los entornos más hostiles, logrando una normalización dentro de los centros penitenciarios que hasta hace pocos años sería totalmente impensable.

La representación ofrecida por los internos fue todo un espectáculo de luz, color y pura diversión, con actuaciones  musicales, performances, bailes y coreografías mezcladas con notas de humor y sátira que lograron el disfrute y reconocimiento de todos los asistentes. Estas y otras iniciativas integradoras que se fomentan dentro de los centros penitenciarios significan mucho para quienes tienen que sufrir penas de privación de libertad pero no de derechos.