El pasado 27 de diciembre, con motivo de las fiestas navideñas, el primero como Cardenal de don José Cobo y su segunda vez como Arzobispo de Madrid, quiso estar con los internos del centro penitenciario de Soto del Real.
La visita al Centro comenzó a las 10.30 de la mañana, acompañado entre otros por el director del Centro don Luis Carlos Antón, su paso por la enfermería le dejo ver la realidad de aquellos internos que por su estado de salud se encuentran internados en ese modulo. Pudiendo intercambiar unas palabras de ánimo y aliento con los mismos, mostrando en todo momento su cercanía en esas fechas tan significativas y entrañables para los católicos.

A continuación se desplazó al sociocultural donde le esperaban más de doscientos internos para la celebración de la Eucaristía. Esta celebración este año se vio realzada ya que tres internos, después de haberse preparado para ello, recibieron los sacramentos del bautismo, la comunión y la confirmación de manos del Cardenal, actuando como padrinos el padre Paulino y Delia.

Por segundo año consecutivo la misa fue acompañada por el cantante César Hidalgo + AMIGOS, dejando un recuerdo entrañable y de amor en estas fechas tan difíciles para aquellos que tienen que estar separados de sus seres más queridos, siendo agradecido por los asistentes al final con una gran ovación de despedida.
El coro de la prisión interpreto varios villancicos e himnos habituales de la liturgia dominical.

En todo momento las palabras del Arzobispo fueron de cercanía y comprensión ante los que se encuentran privados de libertad, recordándoles en todo momento, que ellos también son Iglesia y que como personas también son oídas en sus peticiones y oraciones. Comprometiéndose a repetir la visita, dentro de lo que sus obligaciones y ocupaciones le permitan. La misa fue concelebrada por el Vicario de la zona don Ángel, los sacerdotes que asisten habitualmente al Centro, don Paulino, don Manuel y don Rómulo y el párroco de Soto del Real Don Atanasio.
El acto terminó con una salutación individual a los internos y la adoración del niño Jesús.