Faltan médicos en las prisiones de toda España.
Exactamente 300 sanitarios, entre los que se incluyen subdirectores médicos, jefes de servicios médicos, médicos y médicos especialistas. Lo que significa que un 58% de las plazas sanitarias están vacantes, según los datos del mes de junio del Portal de Transparencia del Ministerio del Interior. Y se trata de casos graves como falta de especialistas, tan importantes como los de psiquiatría.
Hay internos que necesitan de consultas periódicas y programadas, y estas no se están llevando a cabo, sino que se han sustituido por consultas puntuales solicitadas vía instancia, que se procesan por orden de entrada. VIH, hepatitis, consultas mentales… no pueden estar días o semanas en una cola esperando. “Al final deberían funcionar como centros de salud, igual que el sistema educativo. Los profesores sí fueron asumidos por las comunidades autónomas” explica el portavoz de ACAIP-UGT, Joaquín Leyva, en declaraciones al periódico La Razón. “Hoy por hoy, los centros educativos de las cárceles tienen profesores de las comunidades autónomas. Eso se debería haber hecho con la sanidad hace 17 años” declara Leyva. Y es que las comunidades se comprometieron a hacerlo con la firma en 2003 de la Ley de cohesión y calidad del Sistema Nacional de Salud. Pero no se ha cumplido.
El problema es el perfil y las condiciones de trabajo. Se reclaman médicos de familia que es una especialidad poco jugosa para los estudiantes. Lo que se suma a la situación geográfica de los centros, las dificultades de acceder a promoción, y el desconocimiento de la gente sobre cuál es el trabajo de un médico en prisión.
Una de las problemáticas de la telesanidad es que el médico no puede hacer observaciones en primera persona o auscultar al paciente, por lo que aumentan las salidas al hospital, con el gasto que eso conlleva.
Internet y las nuevas tecnologías
Ante todos estos problemas, la telesanidad ha entrado en el tablero y ya está como proyecto piloto cobrando cada vez cobra más fuerza como solución a las situaciones que requieran inmediatez. Internet y las nuevas tecnologías ya se han convertido en una fuente a la que están recurriendo todos los sectores de la sociedad, y en el sector de la sanidad penitenciaria va a tener su papel, de forma necesaria. Este sindicato ha elevado una queja al Defensor del Pueblo sobre la nueva telesanidad a distancia, que ha sido admitida a trámite.
Estas soluciones no pueden ser algo temporal sino que tienen que ser parte de un estructurado plan que haga funcionar el sistema. Un equilibrio entre la labor de los profesionales de enfermería, los médicos, y las salidas a hospital, ayudados por una base tecnológica sólida y bien asentada a nivel nacional, que consiga crear un ecosistema sanitario flexible, rápido y capaz de dar servicio a una población reclusa que requiere mucha más atención que la que ahora el sistema puede ofrecerles.