Los centros penitenciarios cuentan con la colaboración de diferentes asociaciones y ONGs que promueven actividades culturales enfocadas a la difusión del conocimiento a través de herramientas de entretenimiento entre los internos.

Los centros penitenciarios cuentan con la colaboración de diferentes asociaciones y ONGs que promueven actividades culturales enfocadas a la difusión del conocimiento a través de herramientas de entretenimiento entre los internos. Éstas, de muy variadas temáticas y de los más dispares enfoques, cuentan con la participación de invitados-ponentes de entre todas las ramas del conocimiento y la cultura que a través de cortas sesiones acercan a los internos al mundo de la cultura, el arte y la ciencia en sus más variopintas formas de crear entretenimiento, interés, curiosidad y expectación entre quienes se interesan y asisten a las mismas.

Solidarios para el desarrollo es una de estas entidades que trabajan y fomentan un gran número de actividades dentro de los centros penitenciarios. Entre sus invitados a compartir su tiempo y conocimientos con nosotros se encontró el pasado día 20 de enero el profesor D. Jaime Ferri Durá. Doctor en Ciencias Políticas y profesor titular la UCM (Universidad Complutense de Madrid), quién buscó acercarnos al entendimiento y comprensión de esa materia tan compleja de entender como es: La política. ¡Y vaya si lo hizo nuestro querido profesor!, porque mirar que es difícil entrar en materia con un tema tan complejo y controvertido como es la política y ser capaz de hacerlo sin herir susceptibilidades, con equilibrio y desde la más exquisita neutralidad a pesar de, como bien dijo al inicio de su disertación, “tener su corazón ligeramente a la izquierda y la sangre roja, como dato empírico.” ¡Maestro!

Aquella hora y media que a todos los asistentes se nos hizo extremadamente corta y en la que las bocas abiertas primaban en una mezcla entre perplejidad y admiración por su disertación, logró hacer comprensible lo incomprensible mediante la ironía razonada, la sabiduría del docente y la experiencia del maestro. Capaz de crear expectación, mantener el interés de los asistentes, lidiar con las preguntas (algunas con intencionalidad o doble sentido) y aclarar conceptos, demostró de lo que era capaz este lúcido profesor que contestó a todas y cada una de las preguntas formuladas ayudando a entender este “confuso” momento político en el que nos encontramos en España.     La máxima de que “el conocimiento no ocupa lugar” se traduce en todas estas experiencias aportadas por todos estos “solidarios” que semana tras semana nos hacen el mejor regalo –su tiempo- compartido con todos nosotros. A todos ellos GRACIAS por todo este conocimiento compartido.