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Cumplimos el segundo aniversario. Siete publicaciones y dos años de intenso trabajo, ilusión y compañerismo entre los que han formado y forman parte del equipo de redacción de Ecos de Soto.

Cumplimos el segundo aniversario. Siete publicaciones y dos años de intenso trabajo, ilusión y compañerismo entre los que han formado y forman parte del equipo de redacción de Ecos de Soto. El reconocimiento a funcionarios, colaboradores y amigos que número tras número han puesto de su parte para facilitar nuestro trabajo y ayudarnos a lograr que los contenidos hayan sido de calidad, interés y utilidad para los lectores, buscando la objetividad y neutralidad que debe ser bandera de una publicación que desde sus inicios nació con la firme voluntad por convertirse en altavoz para todos los que desean transmitir y comunicar la realidad del mundo penitenciario. Un medio de hacer visibles las realidades que nos rodean, aclarar las verdades y las mentiras que giran en torno a este mundo, y mostrar el día a día de los que aquí convivimos, haciéndolo además de la la educación, el respeto y la voluntad de mejora que toda institución que se preste debe observar y por la que trabajar.

Ángel Luis Ortiz. Secretario General de Instituciones Penitenciarias

Con la publicación de este número culmina el trabajo de los dos primeros años de vida de Ecos de Soto. Dos años pueden parecer un tiempo relativamente corto en cualquier proyecto vital, pero constituyen el periodo necesario para el nacimiento y la consolidación de una actividad que forma ya parte del centro penitenciario. Dentro de nuestro sistema, vivimos un momento de eclosión en cuanto al número de publicaciones que se editan en las prisiones. Contamos con casi una veintena de revistas con enfoques y planteamientos diversos. La edición de es- tos trabajos va más allá de la inclusión de reportajes, entrevistas o artículos de opinión. Cada uno de los magacines que se elaboran en los centros están incardinados en actividades tratamentales no tan enfocadas en el resultado final como en el proceso de elaboración, en la adquisición de dinámicas de trabajo grupales, de habilidades de expresión, de fomento del pensamiento reflexivo, de colaboración con el resto del equipo, entre otras muchas cuestiones. Se trata de un aprendizaje que se adquiere en las mu- chas horas de dedicación, de preparación, de búsqueda de información y de plasmación de ese trabajo. En el caso concreto de Ecos de Soto, los números que se han publicado en este tiempo han incluido entrevistas a jueces de vigilancia penitenciaria, al capellán del centro o al presidente de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, y reportajes sobre Victoria Kent, la prisión digital, la arquitectura penitenciaria o el deporte. Todo ello sin olvidar la inclusión de proyectos propios de Madrid V, como Rejas Rosas o el coro de capellanía, o del sistema en general, como es el caso del régimen cerrado, el trabajo de las unidades caninas o los economatos. Además, habéis contado en algunos números con la presencia de personas de gran relevancia pública, como el actor Luis Zahera o a los Javis. Solo me queda trasladar a todos mi enhorabuena: a quienes formáis parte de Ecos de Soto y al equipo que presta su apoyo y hace posible que la revista continúe adelante. Os animo a que sigáis y a que a poco a poco más internos puedan incorporarse a vuestra redacción. Por último, quiero dejar constancia y agradecer el buen trabajo de los profesionales y entidades, gracias a los cuales se está consiguiendo que un grupo de personas privadas de libertad accedan, durante la fase del cumplimiento, a una experiencia que les resulte de provecho una vez retomen la vida en libertad. Con todo mi afecto, un cordial saludo.

Luis Carlos Antón. Director del CP Madrid V

¿Cómo surgió la idea de crear Ecos de Soto? Surgió en una entrevista con una serie de internos que me trasladaron sus inquietudes por mejorar la convivencia en el Centro. Querían aportar ideas y al final una cosa llevó a otra. Por su parte lo tenían claro. Lo que más nos costó fue encontrar un nombre que nos gustase a todos, y ahí tengo que reconocer que es la única vez que he impuesto mi criterio, en cuanto a la revista claro (se ríe). El tema quedó zanjado. A través de estas páginas, los internos pue- den contar sus historias, compartir sus experiencias y sobre todo reflexionar sobre sus acciones y sueños. Se trataba de crear un espacio donde cada persona pudiera dejar su huella, donde las palabras se transformarán en un puente hacia la comprensión y la empatía, tanto dentro como fuera de la prisión. Solo existe un límite, y ese es el respeto.

¿Cuáles eran los objetivos que se marcaron? Es crucial que comprendamos el papel que des- empeña el tratamiento en la construcción de una sociedad que no solo castiga, sino que también redime. Ecos es el testimonio de que la creatividad no conoce límites, tampoco los de una celda. Al promocionar la cultura del diálogo y la autoexpresión, contribuimos a desmantelar los estigmas que rodean a la población penitenciaria. Cada edición de la revista es un esfuerzo con-junto. La participación activa de los internos en la redacción, edición y diseño fomenta un sentido de hermandad y colaboración. Aprender a trabajar en equipo, a comunicar ideas y a respetar la diversidad de opiniones son habilidades que trascienden las paredes del Centro y que son fundamentales para una reinserción. Este magazín es claramente un ejemplo de cómo la creatividad puede ser un vehículo de cambio. Y más si tenemos en cuenta que ninguno de los que han formado parte del equipo de redacción es periodista profesional.

¿Cree que se han cumplido las expectativas? Sí, con creces. Es crucial que la sociedad entienda que tras cada número de nuestra revista hay personas con sueños, aspiraciones y sobre todo, con un potencial enorme, y si para alguno de ellos se abre un futuro profesional desconocido, mejor todavía.

Nos dicen que tiene el corazón dividido con dos “hijos”. ¿Nos lo puede explicar? No sé quién les ha podido decir eso. A todos los hijos se les quiere por igual. Tuve el honor de cuando estuve de Director en la cárcel de Burgos sacar el proyecto de La Voz del Patio y años más tarde Ecos de Soto. Reconozco que ambos proyectos hoy en día son una realidad, y para mí, al igual que para el resto de profesionales que los sacan adelante, en un orgullo. Una rivalidad sana, los defiendo por igual.