Desde el pasado mes de enero, las compras al demandadero se verán limitadas. Casi todo el catalogo, que antes existía se verá limitado. La ropa solo podrá ser adquirida por aquellos internos que no reciban visitas de familiares o amigos. Los productos de parafarmacia, que se vendan en los economatos, ya no podrán ser adquiridos a través de este servicio, como por ejemplo la pasta de dientes o colutorios, que solo podrán ser las marcas generalistas y no las específicas para ciertas afecciones. Todo lo que sean productos relacionados con la salud, tendrán que llevar el visto bueno del servicio médico de la prisión, congestionando más un servicio, para algo tan simple como puede ser el comprar un complejo vitamínico y que los internos tengan menos variedad de productos.