¿Qué harías con 16.000 palitos de café? Un interno del C.P. Madrid V respondió a la pregunta haciendo un coche de Fórmula 1 a tamaño real usando únicamente cola blanca, un cortaúñas y palitos de café. En concreto más de 16.000 palitos de café, para los que empleó ocho meses de duro trabajo. Una proeza única en toda España , y un orgullo para el Centro de poder contar con gente tan creativa realizando grandes proyectos.

¿De dónde proceden los 16.000 palitos?

Todos los días los internos beben café y té, usando palitos de madera para mezclar el azúcar. Pero suelen acabar en la basura. Para este proyecto. Andras Karoly, interno en el módulo 5 se le ocurrió la idea de usar sus conocimientos en ingeniería para construir un bólido de carreras con los palitos de café y así poder reciclarlos. De esta forma un interno financia a otro interno con nada más que un residuo que se puede comprar en el economato y que de no darle una segunda vida, acabaría desperdiciado. Desde entonces se hizo una colecta en todos los módulos de la prisión para que no acabaran en la basura y poder de esta forma contribuir también con el medio ambiente.

Palitos de café, cola blanca y un cortauñas son las únicas herramientas empleadas para construir el coche.

El coche de Fórmula 1 está construido en tamaño real, lo que significa que una persona de estatura normal podría caber dentro. Los tornillos son de madera, para los que tuvo que usar el cortauñas para modelar las piezas. Y cuenta con todo lujo de detalles. El volante se puede girar, lo que hace que las ruedas delanteras se muevan en la dirección en la que se gira el volante. Cuenta con una recreación de un motor bajo el chásis, las tomas de ventilación se mueven. Tiene todos los aspectos y el diseño de un coche de Fórmula 1 real a pesar de estar hecho con palitos de café.

Una presentación digna de competición.

El proyecto fue avanzando, y Andras Karoly salió de libertad sin poder terminar el proyecto, dejando al piloto -también de palitos- a medio hacer. Por eso el Centro quiso rendir un pequeño homenaje y organizar una exposición para que el resto de internos pudiera observarlo en primera persona y darlo a conocer fuera del Centro. Para ello se invitó a Juan Esteve, relaciones institucionales de la Real Federación Española de Automovilismo (RFEDA), al piloto y comentarista Roldán Rodríguez y a Álvaro Crespo de Solidarios.

En la exposición, los internos pudieron visionar un vídeo del proceso de construcción y montaje del coche, para que apreciaran lo complicado que fue su construcción. Junto a algunas palabras de la educadora del módulo 5 y de algunos compañeros que ayudaron a Andras Karoly. Todo ello junto a las palabras de agradecimiento del Director del Centro Luis Carlos Antón.

ROLDÁN RODRIGUEZ
PILOTO Y COMENTARISTA DE F1.

“Pensé si venir o no porque llama mucho la atención visitar un centro penitenciario. Da un poco de cosa. Sin embargo, estoy muy satisfecho, muy contento de haber venido y haberme encontrado con una realidad que no
es conocida. He desmentido muchos mitos que veía por la televisión. Me he encontrado con unos trabajadores super bien formados que lo tienen todo muy bien controlado, con mucho conocimiento y todo muy bien organizado. En cuanto a los presos me ha sorprendido para bien. Me he encontrado con personas normales, que seguro que tienen un pasado particular cada uno de ellos. Pero sin embargo me ha llenado mucho esta realidad y conocerles. He hablado con muchos y me ha gustado. Me ha concienciado de lo que es un centro penitenciario y una experiencia muy enriquecedora para mi”.

El poder de los talleres ocupacionales.

El C.P. Madrid V está dividido en módulos y cada módulo cuenta con un taller ocupacional donde los internos pueden realizar talleres. Unas veces estos talleres son impartidos por personal o voluntarios externos, y otras veces son los propios internos los que con sus conocimientos organizan talleres para el resto de los internos. Para ello el Centro les proporciona los materiales que necesitan, dentro de las limitaciones de seguridad existentes.

Es así cómo los internos pueden aprender a dibujar, pintar, tocar la guitarra, hacer pulseras, aprender idiomas, economía, ver cine cultural, relajarse en yoga, ejercitarse en pilates o jugar a juegos de mesa. La cantidad de talleres puede ser ilimitado y es positivo que un interno pueda enseñar a otros internos. Además, a parte de enseñar nuevos conocimientos, les ayuda a despejar sus mentes y mantenerse ocupados, por lo que se reduce el número de conflictos. Incluso en los módulos más conflictivas consigue reducir las disputas y que los internos colaboren y cooperen entre ellos.

Los talleres ocupacionales ayudan a reducir los conflictos.

Si los talleres no son suficientes, y para complementarlo, los internos pueden asistir a actividades fuera del módulo, como la escuela, la universidad (UNED) o el Aula Mentor, en el que aprender enseñanzas básicas o profesionales para que a la hora de la puesta en libertad puedan contar con mayores oportunidades. Y aunque aun sería necesario contar con mayores recursos, los internos son los que deciden cómo invertir su tiempo para tener un mejor futuro.

En todos estos años A lo largo de estos años el centro ha establecido buenos contactos con personajes famosos e importantes que están entusiasmados con el trabajo que realizan los internos.

Este proyecto sirvió de precedente para que otros internos en otros módulos realicen otros proyectos con materiales reciclados.

Shaif Sultán

Redactor Ecos de Soto.